La selección italiana logró resistir la presión de Bélgica, ganando 2-1, el valioso enfrentamiento por el tercer puesto en la final de la Nations League.
Fue Nicolo Barella quien abrió el marcador para los italianos, con un bonito disparo al aire, apenas 1 minuto después del inicio de la segunda parte. 20 minutos después, Domenico Berardi convirtió un penalti en la meta, dando así a Italia una doble ventaja. El encuentro iba bien para este último, pero en los minutos finales de la segunda parte, los belgas pusieron en graves dificultades la defensa del equipo de Mancini.
En el minuto 86, Charles de Ketelaere marcó para Bélgica, reduciendo la diferencia de goles a solo 1. Antes de esta realización, los belgas golpearon el poste 3 veces, pero la suerte no les acompañó en este encuentro.
Después del gol de Charles de Ketelaere, los belgas comenzaron a presionar aún más contra la defensa italiana. Sin embargo, los minutos fueron muy cortos, y los italianos consiguieron defender la ventaja, asegurándose la "medalla de bronce" en la nueva competición de FIFA.
Los campeones de Europa vuelven así con fuerza a la victoria, tras la derrota ante España. Esta derrota puso fin a 37 partidos consecutivos sin perder ante los italianos, un récord extraordinario. El entrenador Mancini se mostró muy satisfecho con el desempeño de su equipo:
“Hoy jugamos muy bien, estuvimos excelentes. "Tuvimos otros jugadores en el centro del campo, hoy lo hicieron muy bien".
Sin embargo, los italianos tuvieron la ventaja del campo en este desafío, ya que el enfrentamiento se jugó en Turín, exactamente en el Juventus Stadium. Asimismo, es importante subrayar el hecho de que Bélgica no tuvo en el campo a 2 de los jugadores más importantes del representante, Eden Hazard y Romelu Lukaku.
A pesar de esto, Italia se mostró bastante sólida en defensa y creativa en ataque, mostrando una vez más su potencial y dando un mensaje claro a los oponentes.